Creemos biblicamente en los cinco ministerios que nos enseña la palabra de Dios en Efesios 4:11 Apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros. Nuestra cobertura directa es Sergio Enriquez apóstol de ministerios Ebenezer Guatemala.

Sobre la Biblia
Ella es la palabra de Dios, inspirada por El y revelada al hombre para la salvación de su alma, ella es útil para enseñar e instruir en justicia a fin de que el hombre de Dios sea perfecto y esté preparado para toda buena obra.

Sobre Dios
Sólo hay un Dios, que es el creador de todo cuanto existe. Dios siendo uno, es en tres personas: El Padre, El Hijo y El Espíritu Santo. Es infinito, inmutable, eterno, omnisciente, omnipresente, es amor, es santo, es justo y misericordioso.

Sobre Cristo
Es hijo de Dios, su concepción fue virginal, se hizo hombre para salvar al hombre, en él hay dos naturalezas: La Divina y la Humana, es verdadero y perfecto. Murió en la cruz para redimir al hombre de sus pecados, descendió a los lugares más bajos de la tierra donde estuvo en el Hades, resucitó al tercer día para sentarse a la diestra del Padre desde donde intercede por nosotros.

Sobre el Espíritu Santo
Es Dios, enviado del Padre para engendrar a los creyentes y morar en ellos, es el Vicario de Cristo y fue dejado en la tierra para ser el consolador de la Iglesia hasta que ella regrese a la morada del Padre.

Sobre el bautismo en agua
Este integra al discípulo en el Cuerpo de Cristo, lo identifica con su muerte y resurrección. Es para todo aquel que ha creído y se ha arrepentido de sus pecados.

Sobre los ministerios
Son la capacitación de los santos para la obra del ministerio, para la edificación del Cuerpo de Cristo hasta que alcancemos la unidad de la fe, y el conocimiento del Hijo de Dios. Para que seamos hombres de madurez plena y alcancemos la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.

Sobre el arrebatamiento
Es la promesa de Jesucristo para su Iglesia, vendrá por ella y será arrebatada a los cielos para estar con el Señor por siempre.

Sobre la Resurección
Es un acto divino por el cual Dios levantará corporalmente a todos los muertos. Además, los salvos recibirán vida eterna en Cristo y los incrédulos irán a la perdición eterna.